De tal madre tal hijo
A Federico no le llames que no te hará ningún caso, a menos que le interese, ya puedes estar a centímetros de él, que se hará el tonto. A veces desaparece durante un par de días y cuando regresa viene de mal humor y con heridas por el cuerpo, parece que ha librado alguna batalla, suponemos que a la conquista de alguna gatita, pero eso no lo comparte con nosotros, es muy suyo. Se puede pasar horas al acecho, completamente inmóvil en espera de una presa, su mejor facultad es la paciencia. Cuando consigue la presa no la mata, se pasa un buen rato jugando con ella, pero cuando decide que se ha acabado, lo hace de un bocado. Federico está convencido de que él es el que manda, todas las mañanas me viene a buscar para que le acompañe y dé alimentos a él y al resto de los animales y si no sigo el camino que lleva a las cuadras, que es dónde nació y donde está acostumbrado a comer, se me interpone en el camino, para que rectifique. Es tan buen cazador como la madre y mantiene a raya la población de roedores de los alrededores, pero lo que más le gusta es comer calabaza, para él es un vicio igual que robarles a los perros los restos de vegetales que puedan dejar en el plato. Él está convencido de que se ocupa de abastecer las necesidades de alimento en la casa, ya que en ocasiones nos deja sus presas a las puertas, para que nos alimentemos.
Que nos dice wikipedia:
El gato doméstico12 (Felis silvestris catus), llamado más comúnmente gato, y de forma coloquial minino,3 michino,4 michi,5 micho,6 mizo,7 miz,8 morroño9 o morrongo,10 y algunos nombres más, es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es una subespecie domesticada, por la convivencia con el ser humano, del gato montés.
Fuente Wikipedia